escuchar hacia fuera, escuchar hacia dentro

Todo empieza en el útero materno. El oído está completamente desarrollado a partir del 4º-5º mes de embarazo. A partir de ese momento (aunque antes tambien pero de manera diferente), empiezan a afectarnos todos los sonidos que nos llegan, ya sea desde el exterior, como la voz de nuestros padres, la tele, la música que se escucha, fuegos artificiales...todo lo que escuchemos y la sensación que nos produzca entonces va a afectar a nuestra vida. Tambien sentimos otros sonidos que se producen dentro, el agua, el corazón de mamá, su respiración...y además los que produce nustro propio cuerpecito al formarse y moverse.
Más adelante, ya fuera estamos constantemente recibiendo estímulos sonoros y que algunos utilizan para que compremos más, para estimularnos, para relajarnos...y nosotros tambien los utilizamos, para preparar una situación romántica, para bailar y soltar energía, para aullar junto a nuestra canción favorita y sentirnos libres...
Cuando llegamos un poquito más lejos,  empezamos a buscar cómo puede sonar cada uno de nuestros chacras. Leemos sobre tonos graves-agudos, vocales, lo practicamos, escuchamos mantras, ícaros, diferentes instrumentos que son para armonizarnos (yo lo hago con mis cuencos)...Hay muchas herramientas y caminos sonoros...
Me pregunto infinidad de veces por qué nos separamos unos de otros y es porque estamos separados de nosotros mismos. Buscamos fuera, que nos enseñen, que nos den, necesitamos credenciales para "impresionar" o crear confianza en los demás...la belleza, que pena, la belleza tambien la buscamos fuera...pero es que vivimos a trozos. Vivimos sin ser conscientes de nuestro cuerpo "completo". Si tengo un problema lo vivo con todo mi ser, la tristeza, la alegría, el dolor, un esfuerzo....tanto sea físico como emocional, lo vivimos desde algo entero y luego nos ponemos a analizar el lugar de dónde viene, a dónde me lleva, por qué me pasa esto...No sería más fácil sanarse desde ese "todo"? No digo que analizar esté mal. Nos es muy útil, pero si no cambiamos nada seguiremos cayendo en lo mismo hasta que lo soltemos.

Si seguimos un paso más, sólo un pasito más y nos tropezamos con el compromiso. Una responsabilidad para con nosotros. Se trata de desnudarse, ser sincero, quizás te sientas vulnerable al principio, pero en realidad te hace más fuerte. Suelta a través de tu voz todo lo que eres, como un tenista, como una parturienta, como en un orgasmo. Ahí está la liberación, la expresión y la sanación. Desde tooooodo tu ser para toooodo tu ser, entero y completo.