La música es un arte que nos rodea, como la arquitectura, nos puede llegar directamente, como la pintura, pero además nos traspasa.
Todos reconocemos la importancia de la música en nuestra vida, sobre todo en lo que se refiere a nuestra parte afectiva: cuando nos acunaban, la canción que sonaba durante nuestro primer beso o el primer baile, la canción que escuchamos o cantamos en aquel viaje...todo está representado en música en nuestros recuerdos más gratos (o ingratos)
Por eso la música es una herramienta esencial para la modificación de conductas, mejorar nuestro aspecto emocional y, además de ser divertida, nos ayuda a sociabilizar, mejorar la autoestima...
La musicoterapia se puede realizar de dos maneras: activa y pasiva
En la parte activa trabajamos:
Escucha activa. Nos ayuda en nuestra comunicación. A tener paciencia, saber escuchar y cuándo hacerlo. Aprendemos a valorar el silencio, a conocer los diferentes sonidos, músicas, culturas...y a nosotros mismos.
Expresión y creatividad. La musica es un arte, un medio para comunicar lo que no somos capaces de decir con palabras. Además es divertido y natural, ya que escuchamos desde el 5º mes de embarazo y recibimos sonidos, voces, acunamientos...la música siempre forma parte de nuestra vida. Es importante por lo tanto, conocer nuestra "identidad sonora" para poder expresar quienes somos, lo que llevamos dentro. De la misma manera podremos conocernos más intimamente. Una oportunidad de expresarte libremente.
Sensación de unidad o grupo. Se favorecen las relaciones personales basadas en el respeto y la tolerancia a través de la música. Se ofrecen estrategias de comunicación promoviendo la sensación de permanencia al grupo y evitando la soledad. Asumimos responsabilidades y tomamos decisiones para que nos ayuden a desarrollar o corregir algunas actitudes. Nos motivamos emocionalmente con el fin de afirmar la autoestima y promover la solidaridad. De la misma manera que, como individuos tenemos una identidad sonora, también la tenemos como grupo y la sensación de equipo es fundamental.
Memoria-concentración y psicomotricidad. Al cantar o tocar un instrumento nos estamos exigiendo cierta concentración que va mejorando con esta práctica. También aumenta nuestra memoria al repetir canciones o estructuras, ya sean rítmicas o melódicas. De la misma manera, al tocar un instrumento musical necesitamos de la coordinación y dependiendo de éste trabajaremos la motricidad gruesa o fina. También cuando bailamos o creamos nuestro propio instrumento trabajamos la motricidad.
Ritmo-Melodía-Armonía. El ritmo forma parte de nuestra existencia. Está en cada paso que damos, en cada latido de nuestro corazón y es fundamental ser conscientes de ello para vivir de manera armónica. Todo lo que se encuentre a contra tiempo está bloqueando la naturaleza de las cosas. La melodía es la expresión de uno mismo y la armonía la expresión como grupo, como ser social...
Relajación-Respiración. Al cantar utilizamos la respiración diafragmática, que nos obliga a llenar nuestros pulmones de una manera más plena que la respiración pulmonar. Esto consigue que entre más oxígeno en nuestras venas con todo lo que nos beneficia a nivel físico y mental consiguiendo un estado de relación y bienestar.
Lenguaje musical. Para los niños es divertido aprender el lenguaje musical a través de juegos. Una asignatura que a veces en el cole puede resultar aburrida o una "maría", conseguiremos que sea parte de su vida lúdica.
La musicoterapia pasiva consiste en recibir la música apropiada para un desajuste concreto. Durante las meditaciones guiadas se suele utilizar música relajante, con ciertas frecuencias y timbres que nos llevan a una calma interior y nos ayuda a concentrarnos en la meditación. Hay músicas recomendadas para todo tipo de dolencias, para aumentar las defensas, para crear vínculos...
La mejor manera de hacer este tipo de terapia es de manera individual, yendo directamente al problema, o en grupo, si lo que se pretende es un fin común.
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